Pablo Picasso creó obras de papel cortado a lo largo de su larga carrera, desde sus primeros papeles cortados hechos en 1890 a los nueve años de edad, hasta la década de 1960, con obras que realizó cuando tenía 80 años. Aunque Picasso rara vez vendió o exhibió sus papeles recortados durante su vida, los firmó, fechó y archivó al igual que hizo con todas sus obras. Formaban parte de una práctica de estudio más privada, creadas como obras de arte independientes o en relación con obras en otros medios, pero también como modelos para sus fabricantes y como regalos o juegos para familiares y amigos.
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