Al demonio lo manejás vos. Es la gente con la cual te rodeás y todo eso. Vos ya sabés adonde ir para despertar al demonio y sabés adonde ir para alimentar al ángel. Sabés exactamente lo que estás haciendo. Es como dejar el cigarrillo: si querés fumar, vas a fumar cuando no te ven. Vos tenés que hacerlo por vos, y no por lo que te diga la gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario