Entre 1916 y 1925 Paul Klee (1879-1940) creó un total de alrededor de
cincuenta títeres de manos para su hijo, Felix, de los cuales treinta
sobreviven hoy. Para las cabezas, el artista usó materiales propios del hogar: huesos de ternera y enchufes eléctricos, pinceles de brillicio, sobras
Un poco de pelo, y nueces. Los primeros disfraces fueron cosidos por Sasha
Morgenthaler, que más tarde se convirtió en un conocido fabricante de títeres, pero Klee pronto se hizo cargo de esta tarea mismo.
Feliz Felix
No hay comentarios:
Publicar un comentario