Entre 1916 y 1925 Paul Klee (1879-1940) creó un total de alrededor de
cincuenta títeres de manos para su hijo, Felix, de los cuales treinta
sobreviven hoy. Para las cabezas, el artista usó materiales propios del hogar: huesos de ternera y enchufes eléctricos, pinceles de brillicio, sobras
Un poco de pelo, y nueces. Los primeros disfraces fueron cosidos por Sasha
Morgenthaler, que más tarde se convirtió en un conocido fabricante de títeres, pero Klee pronto se hizo cargo de esta tarea mismo.
Feliz Felix
19/2/20
14/2/20
6/2/20
3/2/20
Ni aguantar ni escapar, Carmen Martín Gaite
Ni aguantar ni escapar, Carmen Martín Gaite
Ni aguantar ni escapar,
ni el luto ni la fiesta,
ni designio ni azar,
ni el llano ni la cuesta.
Ni puro ni perverso,
ni denso ni vacío,
ni en uno mismo inmerso
ni extroverso
ni abrasador ni frío.
Ni de ida ni de vuelta
ni al margen ni en el ajo,
ni pasión ni desdén:
vacilación resuelta
con el suelo debajo
por entre el mal y el bien.
Ni cubierta la faz
ni mirando al abismo,
ni a mandobles ni en paz
que viene a ser lo mismo.
Ni falta de criterio
ni sobra de juicio
ni un carnaval tan serio
ni el dicterio
tan sacado de quicio.
Ni súbdito ni rey
ni a cualquier viento hoja
ni el paso altivo y fuerte:
por donde pisa el buey
pero en la cuerda floja
mientras llega la muerte.
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