El intelecto es la única guía segura de la vida humana.
La lámpara de tu cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo está sano, también todo tu cuerpo está luminoso; pero cuando está malo, también tu cuerpo está a oscuras. Mira, pues, que
la luz que hay en ti no sea oscuridad. Lucas 11, 34-35.
Un hombre que vive una vida intelectual es como un hombre que lleva un farolillo delante de él para iluminar su camino. Esta persona nunca llegará a un lugar oscuro,
porque la luz de su intelecto avanza delante de él. No existe el temor a la muerte en esta clase de vida, porque el farolillo que se mueve ante ti ilumina tu camino hasta el último minuto, y tú lo sigues hasta el final con la misma calma y silencio de toda tu vida.
Algunas personas viven y actúan de acuerdo con sus ideas, y algunas de acuerdo con las ideas ajenas. Es una distinción fundamental entre las personas.
Tolstoi
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