16/1/14

Krihsnamurti

La mayoría de nuestras actividades cotidianas se centran alrededor de uno mismo, se basan en nuestro punto de vista particular, en nuestras experiencias e idiosincrasias particulares. Pensamos en términos de nuestra familia, nuestro trabajo, lo que deseamos alcanzar, y también en términos de miedo, esperanzas y deseos. Como es obvio, todo esto es egoísmo y genera un estado de aislamiento, como se puede ver en nuestra vida diaria. Tenemos deseos secretos, ambiciones e intereses ocultos, nunca estamos profundamente relacionados con nadie, ya sea nuestra esposa, esposo o hijos. Este asilamiento es también el resultado de evadirnos del aburrimiento cotidiano, de las frustraciones y trivialidades de nuestra vida diaria. Así mismo, es una causa de los diferentes escapes de esa tremenda sensación de soledad que surge en nosotros cuando de pronto sentimos que no tenemos relación con nada, cuando todo parece distante y no hay comunión, no hay relación con nadie.

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