12/12/11

Pasear






Todo lo bueno es salvaje y libre


Viva donde viva, de este lado está la ciudad, del otro la naturaleza,
y cada vez me alejo más de la ciudad y me retiro a la naturaleza.

En el transcurso de mi vida he conocido sólo a una o dos personas que comprendieran el arte de Caminar, o sea, de dar paseos, que tuvieran, por así decirlo, el don de *sauntering* (Deambular, dar una vuelta o un paseo tranquilamente), palabra de origen admirable que deriva de “los holgazanes que vagabundeaban por el país en la Edad Media y pedían limosna con el pretexto de dirigirse a Tierra Santa, por lo que los niños exclamaban “Ahí va un *Sainte*-*Terrer*”, el que se dirige a Tierra Santa.

Los que nunca van a Tierra Santa, como pretenden, no son más que meros holgazanes o vagabundos; pero los que allí se dirigen son auténticos paseantes, en el buen sentido, como yo lo entiendo.

Algunos, sin embargo, creen que la palabra deriva de los *sans terre*, o sea, sin tierra ni hogar, lo que, por consiguiente y también en el buen sentido, significa sin hogar fijo pero “como en casa” en todas partes. Puesto que éste es el secreto de un buen paseo.

Puede que quien se queda sentado en una casa todo el tiempo sea el vagabundo más grande que exista...

 Henry David Thoreau  


(Concord, Massachusetts, EE.UU.; 1817 - ibídem; 1862)