29/9/11
Igor Siwanowicz, fotografo
26/9/11
el poder que ejercen los pensamientos y las ranas
Un tradicional cuento sobre el poder que ejercen sobre nosotros los pensamientos:
Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demas ranas se reunieron alrededor del hoyo.
Cuando vieron cuan hondo este era, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos practicos, se debian dar por muertas.Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.
Las otras seguian insistiendo que sus esfuerzos serian inutiles.
Finalmente, una de las ranas puso atencion a lo que las demas decian y se rindio, se desplomo y murio. La otra rana continuo saltando tan fuerte como le era posible.
Una vez mas, la multitud de ranas le gritaba y le hacian señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenia caso seguir luchando. Pero la rana salto cada vez con mas fuerzas hasta que finalmente logro salir del hoyo.
Cuando salio, las otras ranas le dijeron: “nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritabamos”. La rana les explico que era sorda, y que penso que las demas la estaban animando a esforzarse mas y salir del hoyo.
25/9/11
23/9/11
Persefone y la primavera
Desde los tiempos más remotos, el hombre, cuando no puede comprender el mundo externo que lo rodea, crea representaciones míticas. Así, la humanidad ha llegado ha mitificar desde la salida y la puesta del sol hasta los fenómenos atmosféricos, el crecimiento de las plantas, el nacimiento y la muerte. La primavera es la estación del renacimiento... así lo entendieron la gran mayoría de las religiones antiguas y, a partir de ello, levantaron muchos de sus mitos. En este contexto, la primavera es vista como lo muerto que renace. Una vez más ocurre el milagro: de los árboles deshojados renacen nuevos brotes y, una vez más, hay cosecha, es decir, vida.
Mahoma decía: "No hay gota en los mares, ni fruto en los árboles, ni planta en la tierra que no tenga en cada semilla un ángel que cuide de ella". La naturaleza está entonces ligada a lo sagrado y protegida por los guardianes de dios para que al hombre no le falte el sustento. Para algunos pueblos eslavos y escandinavos, por ejemplo, los templos consagrados a sus dioses eran bosques, lagos y árboles sagrados, pero todos celebraban festivales que podían durar semanas porque para todos los pueblos la primavera siempre era algo festivo.
Las diosas Démeter (1) y Perséfone (2) representaban para los pueblos de la antigüedad los poderes de la naturaleza, su transformación y la emergencia cíclica. En la antigua Grecia, el primer día de la primavera era el día en que Perséfone (2), prisionera bajo tierra durante seis meses, volvía al regazo de Deméter (1), su madre.
Cuenta Homero que en el sureste de Europa hubo un tiempo en el que reinaba la eterna primavera. La hierba siempre era verde y espesa y las flores nunca marchitaban. No existía el invierno, ni la tierra yerma, ni el hambre. La artífice de tanta maravilla era Démeter (1), la cuarta esposa de Zeus (3). De este matrimonio nació Core, luego llamada Perséfone (2). Se trataba de una hermosa joven adorada por su madre que solía acercarse a un campo repleto de flores a jugar. Un día, pasó por allí el terrible Hades (4) con su temible carro tirado por caballos. Se encandiló con Perséfone (2) y la raptó para llevarla al subsuelo, su territorio. Démeter (1), al no encontrar a su hija y con una antorchas en cada mano, emprendió una peregrinación de nueve días y nueve noches. Al décimo día el Sol, que todo lo ve, se atrevió a confesarle quién se había llevado a su hija. Irritada por la ofensa, Démeter (1) decidió abandonar sus funciones y el Olimpo. Vivió y viajó por la tierra. Esta se quedó desolada y sin ningún fruto ya que, privada de su mano fecunda, se seca y las plantas no crecen. Ante este desastre Zeus (3) se vio obligado a intervenir pero no pudo devolverle la hija a su madre. Es que Perséfone (2) ya había probado el fruto de los infiernos (la granada) y por eso le era imposible abandonar las profundidades y regresar al mundo de los vivos. Sin embargo, se pudo llegar a un acuerdo: una parte del año Perséfone (2) lo pasaría con su esposo y, la otra parte, con su madre.
Lo que este mito indica es que cuando Perséfone (2) regresa con su madre, Démeter (1) muestra su alegría haciendo reverdecer la tierra, con flores y frutos. Por el contrario, cuando la joven desciende al subterráneo, el descontento de su madre se demuestra en la tristeza del otoño y el invierno. Así se renueva anualmente el ciclo de las estaciones y así explicaban los griegos la sucesión de ellas: el otoño y el invierno son tristes y oscuros como el corazón de Démeter (1) al estar separada de su hija. La alegría y la serenidad retornan cuando vuelve con ella, es decir, cuando comienza la primavera.
Referencias: Los dioses y sus símbolos
(1) Deméter
Diosa de la fecundidad de los campos, la Madre Tierra, diosa del trigo, que proporciona el pan. En la mitología latina es Ceres, que está representada como una digna matrona que porta dos antorchas, símbolo de nacimiento y de luz.
(2) Perséfone
Representa a la primavera. Para los romanos era Proserpina.
(3) Zeus
Padre de los dioses, dueño y señor del cielo.
(4) Hades
Dios de los infiernos que rige en el Tártaro o Mundo de los Muertos.
Fuente: http://www.me.gov.ar/efeme/21desetiembre/primavera/persefone.html
21/9/11
19/9/11
para hacer arte
14/9/11
La timidez
La timidez viene de sentirse “bicho raro”, de sentirse diferente a los demás y tener miedo a ser rechazado. Entonces imitas y ocultas lo que eres para mimetizarte con el grupo, o te aislas y evitas las relaciones, en una espiral de sufrimiento, soledad y sensación de fracaso.
—
“Llegar a ser lo que uno es, es la más grande felicidad”.
“Para poder hay que ser uno y no ser otro,
no luchar contra uno mismo
porque ello te producirá una gran neurosis de fracaso.”
Alejandro Jodorowsky
12/9/11
Emú
La "guerra del 32" contra el Emú
Fue una semana de operación militar realizada en Australia en noviembre de 1932 para hacer frente a la preocupación pública sobre el incremento de aves Emus en el distrito de Australia Occidental. Estos animales son considerados la segunda ave de mayor tamaño, después del avestruz.
La "guerra" se llevó a cabo bajo el mando del Gran Meredith de la Real Artillería de Australia, el mando de una fuerza de soldados armados con dos ametralladoras Lewis y 10.000 cartuchos de municiones. Pero disparar a ciegas a un grupo de aves que pueden correr hasta 50 km / h no trajo los resultados esperados. Las aves simplemente huyeron.
En el transcurso de un corto periodo de tiempo, sólo un puñado de los aproximadamente 20.000 aves fueron "derribadas". Después de unos pocos días el Ministro de Defensa ordenó la retirada. Y, por tanto, la "guerra Emu" terminó en una derrota militar de Australia.
El Mayor Meredith de la Artillería Real Australiana comparó los Emúes con los célebres Zulus y exclamó “Si tuviésemos una fuerza militar con la capacidad de carga de munición de estas aves, podría enfrentarse a cualquier ejército del Mundo, podrían afrontar ametralladoras con la invulnerabilidad de un Tanque, son como los Zulus“.
8/9/11
la intuición
7/9/11
Recuerda quien eres
Si pudieras decir lo que quieres, el mundo se te abriría.
Alejandro Jodorovsky