11/3/11

Ejercicio de Imaginacion 1




Lo primero que hay que hacer para ser creativos es lo siguiente:

vivimos en un límite espacial.

El intelecto está comprimido por la cabeza, y cuando se cierran los ojos, se está en la oscuridad.
Cerrar los ojos es como estar en una prisión. Cada vez que cierro los ojos, entro en una mazmorra. Esta impresión del espacio viene del concepto de propiedad privada. La sociedad ha creado la propiedad privada, el derecho al espacio que me pertenece, pero no más.

Estamos habituados a no ocupar demasiado espacio, a la estrechez.
En la educación familiar nos asignan un sitio en la mesa. En la escuela tengo mi banco, no puedo salir de mi sitio. Nos han educado en él. «¿Quién eres tú para decirme eso?»: las personas que se expresan así lo hacen porque no tienen espacio. Consideran que no somos nada. Tenemos, pues, aparentemente, un espacio ridículo. No somos grandes. Cuando se comienza con estos ejercicios,
no somos todavía grandes. Lo que tenemos que hacer es decirnos:

«Esa negrura que veo es la negrura del universo, de forma que, cada vez que cierro los ojos,
entro en el espacio cósmico».

¡Hay que partir de esta idea! ¡Hay que crearlo! Yo me sentía limitado mentalmente, y me dije: «¿Cómo puedo ser más inteligente o más perceptivo?».

Entonces cerré los ojos y me imaginé una luz, y puse la luz lo más lejos posible en ese universo infinito que no podía alcanzar.

Comencé por un universo rectangular. Es decir, me proyecté hacia delante. Avancé y avancé. Cada vez más lejos, perdido en el espacio. Después fui hacia la derecha, cada vez más, hasta el infinito. Y a la izquierda, cada vez más lejos, hasta no se sabe
dónde. Y después hacia atrás, hacia la lejanía.

Me sitúe en un universo que tenía un delante y un detrás, una derecha y una izquierda. Y después fui hacia arriba, cada vez más alto, lo más alto posible, y después hacia abajo, cada vez más bajo, hasta el profundo abismo.

Eso quiere decir que el espacio hacia delante es infinito, hacia atrás es infinito, a la derecha es infinito, a la izquierda es infinito, hacia arriba es infinito y hacia abajo es infinito.

Me gusta mucho el infinito, no le tengo miedo mentalmente.

Y ahora se puede hacer este ejercicio: descruzad los pies, poneos derechos, os podéis guiar por una luz o simplemente pensar que vais hacia delante. Hay que hacerlo. Incluso si uno no se siente capaz de hacerlo, hay que tratar de conseguirlo. Vamos a cerrar los ojos y a comenzar de nuevo.

1 comentario:

Esteban dijo...

LOS DELINQUENTES

SOL PEREYRA SM Y CA