Lo tomaba como el momento donde acomodando y buscando las hojas caidas en su patio podía ver las cosas mas claramente, podia frenar sus emociones negativas, podia reflexionar sobre la vida.
Es más, uno de sus motivos de visitas a las casas de amigotes era ir a barrerle el jardin para asi enseñarles el metodo y de paso meditar él.
Lo llevé a la practica y es muy gratificante.
Siempre con un habanete casero en la mano como motivador.
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