Julio Verne le puso Nautilus a la nave submarina del Capitán Nemo.
Sepamos porqué
Durante los últimos 500 millones de años, este cefalópodo apenas ha evolucionado y se conserva en la forma en que surcó los mares en el período Cámbrico. En aquel momento, algunos especímenes alcanzaban los 2,5 metros de diámetro, aunque hoy apenas supera los 26 centímetros. Los últimos nautilos se ocultan durante el día a grandes profundidades, y ascienden para cazar en la oscuridad de la noche. Su aspecto sigue siendo inquietante
24/6/08
Nautilus
11/6/08
Cinder la mona calva
Cinder nos produce un escalofrío.
Vive en Saint Louis Zoo.
A pesar de su aspecto avejentado, solo tiene 13 años. Nació el 9 de agosto de 1994
Parece una mona vieja y sabia, un animal demasiado humano como para estar mirándonos desde el otro la de la jaula. Cinder perdió todo el pelo cuando tenía siete meses de edad, primero en las extremidades inferiores, después de todo el cuerpo. Los veterinarios realizaron múltiples pruebas hasta comprobar que se trataba de un caso de alopecia areata, una enfermedad que también afecta a los humanos.
La alopecia areata es una enfermedad autoimmune de la piel que provoca la caída total o parcial del pelo del cuerpo. Actualmente la enfermedad afecta a un 1,7 por ciento de la población humana; solo en los Estados Unidos hay 4,7 millones de personas afectadas. Cuando se trata de una pérdida total del pelo, como en el caso de Cinder, pasa a denominarse alopecia universalis.
Curiosamente, después de todos estos años esta ausencia de pelo no ha afectado lo más mínimo a Cinder en sus relaciones sociales; el resto de monos la ha tratado siempre como una más a pesar de sus diferencias. Durante años ha jugado, peleado y convivido con los demás como uno más del grupo. Algo que con toda seguridad no habría sucedido en una comunidad humana.
Vive en Saint Louis Zoo.
A pesar de su aspecto avejentado, solo tiene 13 años. Nació el 9 de agosto de 1994
Parece una mona vieja y sabia, un animal demasiado humano como para estar mirándonos desde el otro la de la jaula. Cinder perdió todo el pelo cuando tenía siete meses de edad, primero en las extremidades inferiores, después de todo el cuerpo. Los veterinarios realizaron múltiples pruebas hasta comprobar que se trataba de un caso de alopecia areata, una enfermedad que también afecta a los humanos.
La alopecia areata es una enfermedad autoimmune de la piel que provoca la caída total o parcial del pelo del cuerpo. Actualmente la enfermedad afecta a un 1,7 por ciento de la población humana; solo en los Estados Unidos hay 4,7 millones de personas afectadas. Cuando se trata de una pérdida total del pelo, como en el caso de Cinder, pasa a denominarse alopecia universalis.
Curiosamente, después de todos estos años esta ausencia de pelo no ha afectado lo más mínimo a Cinder en sus relaciones sociales; el resto de monos la ha tratado siempre como una más a pesar de sus diferencias. Durante años ha jugado, peleado y convivido con los demás como uno más del grupo. Algo que con toda seguridad no habría sucedido en una comunidad humana.
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otros animales,
somos igual
2/6/08
Bernie Krause y sus sonidos
El investigador Bernie Krause grabó los sonidos del planeta durante los ultimos 40 años y no se cansa de advertir una y otra vez sobre la misma situación: el ruido humano está devorando los espacios naturales y penetra hasta los rincones de la selva más recóndita.
Mientras se encuentra grabando el canto de los pájaros en el Amazonas, por ejemplo, las grabaciones de Krause se ven frecuentemente alteradas por la presencia de un Boeing 747 o por el ruido de máquinas humanas que trabajan en la distancia.
Krause ha comprobado que numerosas especies de pájaros están viendo alterado su hábitat natural y tienen que emigrar al ver dificultada su capacidad de comunicación. Y lo mismo sucede con las ranas, insectos o mamíferos que a lo largo y ancho del planeta luchan por comunicarse entre sí.
La hipótesis de Krause, conocida como “teoría del nicho”, sostiene que cada especie animal ocupa un espectro acústico que no interfiere con el resto de especies, de manera que no hay dos animales que canten, croen o graznen en la misma frecuencia. Y es esta armonía natural, conseguida durante millones de años de convivencia, lo que nuestras ruidosas máquinas están poniendo en peligro.
Además, desde 1968 Krause calcula que el 40% de los sonidos que ha conseguido registrar con su grabadora se ha extinguido para siempre. Los cantos de los pájaros, o el aullido de los monos que un día grabó, ya no volverán a escucharse nunca más en estado natural.
Tal vez por eso se afana en recuperar todos los sonidos que puede, antes de que desaparezcan para siempre. El siguiente mapa, elaborado por su equipo en WildSanctuary.com, permite viajar por los sonidos del planeta a través de Google maps. Merece la pena darse una vuelta.
Google Maps: Mapa de Sonidos naturales
VIA Fogonazos: Sonidos que se apagan
Mientras se encuentra grabando el canto de los pájaros en el Amazonas, por ejemplo, las grabaciones de Krause se ven frecuentemente alteradas por la presencia de un Boeing 747 o por el ruido de máquinas humanas que trabajan en la distancia.
Krause ha comprobado que numerosas especies de pájaros están viendo alterado su hábitat natural y tienen que emigrar al ver dificultada su capacidad de comunicación. Y lo mismo sucede con las ranas, insectos o mamíferos que a lo largo y ancho del planeta luchan por comunicarse entre sí.
La hipótesis de Krause, conocida como “teoría del nicho”, sostiene que cada especie animal ocupa un espectro acústico que no interfiere con el resto de especies, de manera que no hay dos animales que canten, croen o graznen en la misma frecuencia. Y es esta armonía natural, conseguida durante millones de años de convivencia, lo que nuestras ruidosas máquinas están poniendo en peligro.
Además, desde 1968 Krause calcula que el 40% de los sonidos que ha conseguido registrar con su grabadora se ha extinguido para siempre. Los cantos de los pájaros, o el aullido de los monos que un día grabó, ya no volverán a escucharse nunca más en estado natural.
Tal vez por eso se afana en recuperar todos los sonidos que puede, antes de que desaparezcan para siempre. El siguiente mapa, elaborado por su equipo en WildSanctuary.com, permite viajar por los sonidos del planeta a través de Google maps. Merece la pena darse una vuelta.
Google Maps: Mapa de Sonidos naturales
VIA Fogonazos: Sonidos que se apagan
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